domingo, 7 de agosto de 2011

El vacío de la rutina.. .

Era su rostro. ..
Aún permanecía en la sensación de estar soñando. Y nuevamente mi almohada estaba húmeda de tanto hablar dormida.. . creo que en realidad hablé demasiado, mi paladar yacía pegado a mi lengua, sin saliva mi boca y la realidad imaginaría recordando acertijos sin salida.

¡Levántate! -me dije-, no había ojos ya donde conocer la forma abstracta del fin de los sueños. Mi piel algo más blanda que mis emociones había empezado a sentir los cambios. Un mes ya sin las mismas rutinas genera algo parecido al ruido enmudecedor de las palabras que una vez fueron.

Infinitas palabras de horas rojas volando por el espacio en tiempos de estudio, que en un principio -después del fin- me parecieron muertas, al igual que las cartas que leo sobre la cama, como para intentar llenar un vacío con algo que le recuerde a mi mente ese aroma que no sólo es aroma y que logra siempre en el vacío del recuerdo, erizar mi piel.

Pareciera que todo marcha mejor, que hace un mes atrás. Nuevos platos, nuevos sabores y aromas que intentan crear una nueva imagen en ese vacío que a ratos parece llenarse.

Me dí cuenta también que no sólo he intentado llenar aquel espacio que no tiene forma más que de recuerdos que parecen fotos rotas desordenadas intentando ser ellas, también he estado llenando espacios reales, intentado ocupar toda la cama, me encontré acurrucada en el mismo rincón donde inclinado te acostabas luego de lavar la loza de la cena (esa es otra de las cosas que se resiste a mis palabras sin fuerza).
Anoche mis cubos de hielo que sólo tu lograbas encontrar su punto de fusión, llevaron nuevamente a mi mente el agridulce recuerdo que intento disolver.

Un closet lleno con ropa de tallas menos no es suficientes para hacerme la idea de una oportunidad para un cuerpo mejor moldeado. Lo real es que sólo esas tallas se podrán tirar a la basura o al olvido con mucha más prisa y seguridad, que lo eterno que siempre suelen ser los recuerdos. Una mejor silueta de mi sombra quizá, lo cierto es que ni aquellos platos a los que tu lengua huía, he podido encontrarle un camino que sea de su agrado.. .

Como si quisiera deshacerme de todo esto que siento, de todo esto que es lo único que me acerca en la oscuridad del silencio lunar, bajo las sabanas(como intentando que las paredes no puedan ver cuanto es que detesto este vacío, esta placidez, este descontento, esta rabia absurda, esta seguridad falsa), a ti, a los brazos sobre mi cintura, y tu respiración dejando tu pulso plasmado en mis poros, a los días de barba crecida acariciar mi senos, a todo tu revoltijo de ideas calmar y acelerar mi pecho, a tus labios moldeandose en mis besos.. . a todo eso y a aquello que no podré escribir pues me faltarían palabras para explicar todo y cuanto lo siento.

La lectura que antes me hacía acercarme de una forma misteriosa a tus palabras, ahora es sólo un eco en los recuerdos.
Y el orgullo que una vez otorgó a mi armadura un brillo invencible, hoy se opaca frente a tus ojos que aparecen en mis sueños cada vez más a menudo.. .y mayor intensidad, opacando lo que una vez consideré rutina.

Se que sólo la almohada húmeda sabe cuanto es que deseo que vuelvas.. . pero también se que leerás esto, pues, todo mundo es un pañuelo.. .

¡Vuelve!


12 de mayo de 2011 a las 1:27

No hay comentarios:

Publicar un comentario