Yo observaba la fuente pensando en algunas palabras y
de reojo les vi…
Ella escuchándole le miraba.
Él decía, queriendo que todomundo escuchara:
Cuando escucho música, cada uno de los tonos recuerda
románticamente, tu rostro, tu sonrisa, tu mirada… tus palabras parecen escucharse
nuevamente en mis oídos. En mi mente hay espacio oscuro que no está vacío, está
repleto de ti…repleto de ti, en imagen…que mi tacto quiere dar forma,
modelándote.
Y en estos momentos aunque tiemblo, se me entibiece el
corazón, escucho un ruido interior muy fuerte que me hace mirarte a los ojos.
Y aunque a veces creo ser egoísta queriéndote de esta forma,
recuerdo que tu mirada no tiene objeción
de verme y sentirme nuevamente.
Luego, encontré la palabra...más bien llegó a mi. Esa palabra fue: interior.
Luego, encontré la palabra...más bien llegó a mi. Esa palabra fue: interior.