Y ahí estaba de nuevo ese angel ya no sé si demonio;
aplastando, encerrando, desmoronando e impidiendo
todo aquello que me permitiera crecer.. . ver!
Ya no era humano o estaba a punto de no serlo,
me asemajaba ya a una máquina, fría, solitaría,
con casi sin fondo, hasta y casi impenetrable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario