domingo, 8 de julio de 2012

Silencios

Y fue entonces cuando el le dijo:

"Háblame hermosa mía, que yo miraré a través de tus ojos, háblame y pide que me quede. Háblame, pero que sea en mi lenguaje y te daré el universo entero para disfrutarlo."

A continuación no hubo palabra alguna por parte de ella, sólo una sonrisa repleta de brillo proveniente no sé de donde que se esparcía por el aire haciendo cantar gorriones y colibríes  entonces supo el la respuesta, una que quedó grabada en su mirada.

Siguieron ellos caminando hasta perderles de vista, luego, volví a tomar mi antiguo librillo que había dejado a un costado, busqué el boleto que marcaba la página y continué mi lectura en las líneas de las Ficciones de Borges.