viernes, 10 de febrero de 2012

LLuvia Matanza

Danzar fue lo que hice, mis palabras, cual indio bajo las nubes hace para llover.
Danzar en ritmo circular, sobre las 5 ruinas de mis recuerdos.. . a ver si te volvía a ver.

jueves, 9 de febrero de 2012

Una noche bajo el olivo.. .



Esa noche la luna llena, se llenaba los pulmones del humo de tabaco que enroscado subía por la oscuridad estrellada, cual dragón chino se eleva por algo de más claridad para ver su destino.. .

Aquella noche, en la que oscurecí -sin saberlo, sin pensarlo- la luz de luna con el humo vainilla de mis cigarros, esperé tu llamada, escribiendo sentado bajo el olivo, mientras la mueca de tristeza lunar que aún se lograba entre ver al ascender más hacia el centro de la cúpula terrestre, desaparecía lentamente.
Te pensé tanto, y creo lo supiste al descubrirte en medio unas piedras de cuarzo y otras cosas, pensando en mí. No te llamé y sólo esperé, pues sabía que el amargo sabor de mis palabras tenían culpa en este vacío.
Callé y sólo quise esperar y seguir sintiendo el amargo sabor del café y el tabaco de vainilla alentando la espera.
Quise volverme humo en el cigarro, a ver si podía elevarme alto, bien alto por sobre las nubes, y verte dormir de lado mirando con tus párpados cerrados la muralla. Para verte dormir y abrazarte mientras sueñas con estas mismas palabras, que susurraré a tu oído.
Callé y sólo quise esperar, pues sabía que la oscuridad de mis palabras apaga de pronto, el brillo de las tuyas. Y la vergüenza de ser dueño del vacío de tus palabras, continuaría inundando mi mente de melancolía.

lunes, 6 de febrero de 2012

no conoces a jesus

Me hiciste creer que el miedo era una verdad más preciosa que la muerte misma de este, sin darte cuenta, que mirándote a los ojos me puedo ver reflejado.. .no quiero ver tu miedo reflejado en mi, tu no conoces a Jesus, ni mucho menos te importaría escuchar mis palabras, que necesitan morir para conocer de la verdad.

jueves, 2 de febrero de 2012

Carta no enviada

Tenía tanto miedo que las palabras se perdiesen en el intento de querer ser eternas, que me fue difícil poder cantárselas bajito rosando su oído, más el miedo de visitar alguna imagen rota en la memoria. Sólo quería correr y dejar que la turbulencia del viento golpeando mi cara, y más allá las gotas de la brisa marina escapándose lejos por sobre las rocas pudiesen de una vez quitarme esa venda en mis labios para decirle al fin cuanto era que en verdad la necesitaría. Corrí lejos como queriendo adoptar la ligereza del viento y su fluidez, y hacerme camino entre tanta gente, reptando el aire y recitarle estas palabras que intentan ser poesía.. .

Sé que mirabas como esperando esas palabras románticas con las que los hombres suelen enamorar, pero tengo miedo de ser como ellos, y romper mis promesas como muy bien suelen despedazarse.
Sé que reposabas sobre mi pecho, como para asegurarte que la turbulencia de el, luego de besarnos, aún continuase alborotando al corazón, pero la verdad, es que a tu lado me siento tan  calmo, que esos turbulentos ritmos los transformo en historias en mis recuerdos, quizá en escritos aquí en este universo en calma, y me recuesto sobre tu falda y logro ver nuestro sueño en tu mirada.
También creo haber visto en la mueca de tu mirada un brillo, el mismo que creo ver al besarte luego de cerrar los ojos e intento dibujar unas palabras con los planetas sobre tu cuello, como queriendo recitarte unas cuantas caricias para enamorarte.

Que más decir si cada una de estas palabras pueden ser mentiras.. .

O si gustas, podríamos aventurarnos al espacio de esas palabras, un día, alguna noche, pasar unos segundos eternos bajo la noche estrellada precipitada de felicidad.